El Cielo de Cáceres

Fotografiar la Vía Láctea. Planificación, Orientación, Composición, Equipo y Parámetros.

Orientarnos en la noche con las estrellas.

Como encontrar la estrella polar

Se pone el sol y una hora después se empiezan a distinguir las estrellas más brillantes y luego el resto, desde la más débil a las que más resplandecen.

Poco a poco la oscuridad se hace presente, el resplandor del sol se va ocultando a nuestra izquierda, de esta manera tendremos el Norte de frente, levantamos la mirada y veremos la forma inconfundible del gran carro, lo que en astronomía se denomina un Asterismo, es decir, un conjunto vistoso de estrellas que pueden pertenecer a una o a varias constelaciones diferentes. En este caso, el carro está formado por las siete estrellas más brillantes de la constelación de la Osa Mayor.

Cuando lo tengamos localizado nos fijaremos en las dos estrellas que forman el borde exterior del carro, Merak y Dubhe, llamadas los punteros. Trazamos una línea que forme cinco veces la distancia entre ambas estrellas, llegaremos a una estrella muy brillante y relativamente solitaria, Polaris, la estrella más brillante de la Osa Menor, la que marca el polo norte celeste.

Aunque Polaris es visible en el cielo, puede ser algo difícil al principio si no sabes lo que buscas. Puedes utilizar las estrellas de otras constelaciones que marcarán el camino hacia Polaris.

Durante la noche, cuando la Osa Menor está debajo del horizonte, así como en las madrugadas de otoño, también puedes trazar una línea a través de las estrellas más brillantes en el extremo oriental del Gran Cuadrante de Pegaso, (que son parte de la constelación Andrómeda), y a través de Caph, la estrella en el extremo derecho de Cassiopea, la constelación en forma de W, para encontrar Polaris.

Antes de empezar a fotografiar la Vía Láctea tenemos que tener presente que se va moviendo en el cielo, y que dependiendo de la hora y época del año en que nos encontremos, la vamos a tener en una posición diferente en el horizonte, pero siempre hacia el Sur.

Podemos ver la Vía Láctea durante todo el año, pero hay que tener en cuenta que entre abril y septiembre es cuando tenemos visible el centro galáctico, siendo entre mayo y agosto la mejor fecha para poder fotografiarlo. Tendremos todo su brillo junto a las nebulosas, cúmulos de estrellas y las manchas de gas y polvo estelar.

Conforme avanza la noche nuestros ojos se van adaptando a la oscuridad y notamos que no todas las estrellas tienen el mismo color, lo que va a marcar la temperatura de las estrellas; las estrellas más calientes son azules o blancas, las más frias rojas y naranjas.

Una vez identificada la Osa Mayor el resto de las constelaciones son fáciles de reconocer por el sencillo método de “saltar” de una a otra aprovechando alineamientos y brillantes estrellas: el extremo de la Osa Mayor apunta a Polaris pero, bajo el “rabo del cazo” (la parte posterior de la osa) aparecen las estrellas de los Perros de Caza o Lebreles (Canes Venatici) y, más abajo, la brillante estrella Arcturo que pertenece al Boyero (el que conduce los bueyes). De Boyero podemos pasar al grandioso Hércules, que no tenemos dificultad en reconocer por su forma trapezoidal: como ya mencionamos no nos cuesta trabajo en ver sus anchos hombros; en noches oscuras incluso podemos ver un diminuto borrón, el hermoso cúmulo globular Messier 13 situado a casi 25.000 años luz de la Tierra. Girando siempre opuesta a la Osa Mayor tenemos la constelación de Casiopea, inconfundible porque es amplia, por ella pasa la Vía Láctea y no se oculta desde nuestras latitudes: dependiendo de la época del año y de la hora de la noche su forma nos recuerda una “M”, una “W”, el número 3 o la letra griega sigma (Σ). El Dragón (Draco), también circumpolar, es fácil de identificar ya que es una cabeza (otro trapezoide), situada cerca de Hércules, con una larga serie de estrellas que serpentean entre las dos osas.

Partiendo del León, muy reconocible en las noches de primavera y verano, podemos saltar a la Virgen (Virgo) que tiene forma de doncella recostada: Spica (Alfa Virginis) es su estrella más brillante y destacada. De ella nos moveremos hacia el Este hasta llegar a un gran rombo, Libra, y más hacia oriente llegamos al Escorpión y su inconfundible forma. El Triángulo del Verano está formado por tres brillantes astros: Vega (Lira), Altarir (Águila) y Deneb (Cisne) que tiene la forma de un avión o incluso un planeador –con esta brillante estrella en su cola– y una amplias alas totalmente extendidas.A partir de ellos reconoceremos estas constelaciones con sus alineaciones de estrellas, si las exploramos con prismáticos nos sorprenderemos por la cantidad de objetos (sobre todos cúmulos estelares) que divisamos en ellas.

castillo de Salvatierra de los Barros y arco de La Vía Láctea

ORIENTACIÓN DEPENDIENDO DE LA ESTACIÓN DEL AÑO

PRIMAVERA-VERANO

La parte más llamativa de la Vía Láctea es sin duda el centro galáctico.

En los primeros meses, en Febrero, el centro empezará a estar visible antes del amanecer, mirando al sureste. Vamos a disfrutarla prácticamente tumbada con su arco visible, siendo esta la mejor fecha para poder hacer panorámicas. Cada día que pase irá saliendo un poco antes, ganaremos cerca de 3 minutos diarios .

En mayo empezaremos a tener el centro galáctico a media noche , lo que nos permitirá poder fotografiarlo durante más tiempo. A principios de verano la vamos a tener al sur, e iremos viendo cómo va cambiando de posición conforme pasan los días, hasta ponerse casi en vertical a partir de agosto.

Entre julio y agosto tendremos los mejores días para poder fotografiarla, pues las noches serán más largas. El centro galáctico tendrá diferentes posiciones a lo largo del verano, lo que nos va a permitir hacer una gran variedad de exposiciones.

Pantano de Valdesalor con las constelaciones de Orión y Tauro

INVIERNO

La Vía Láctea cambia por completo, ha desaparecido el centro galáctico y da paso a la zona de Orión.

Pasamos de una Vía Láctea muy brillante a otra más suave, pero no por eso va a ser menos llamativa que en verano. Se transforma totalmente, con unas manchas de gas y polvo muy intensas en las constelaciones de Orión, Tauro y Auriga.

Cambia de posición respecto al verano. La empezamos a ver muy sutilmente en el Este, junto a la constelación de Cefeo, y con una buena práctica, los resultados que se obtienen no envidian en nada al centro galáctico.

PLANIFICACION DE LA FOTOGRAFÍA

Antes de ponernos a fotografiar la Vía Láctea, tenemos que tener en cuenta la contaminación lumínica de la zona en la que estemos. Es muy importante si queremos sacar una fotografía de calidad.

Es imprescindible tener un cielo oscuro si queremos disfrutar plenamente de cualquier parte del firmamento, en este caso el centro galáctico, que es la zona de la Vía Láctea que más próxima se encuentra al horizonte. Si queremos sacar más detalles, esperaremos a que la noche se vaya oscureciendo.

Este enlace es de gran utilidad para poder localizar las mejores zonas https://www.lightpollutionmap.info/

Del mismo modo conviene saber el recorrido que va a tener la Vía Láctea con la mayor precisión posible. Tenemos aplicaciones para teléfonos que nos van a dar toda la información que necesitemos. (podrías citar quizás alguna)

La posición y fase de la luna nos puede afectar, buscaremos por regla general la fase de luna nueva.

PEÑA BURACA Y LA CONSTELACION DE TAURO Y ORION

COMPOSICIÓN DE LA FOTOGRAFÍA

Un cielo estrellado es la característica principal de la fotografía nocturna, ya que nos va a permitir rellenar el espacio que el cielo ocupa en la imagen.

La Vía Láctea y el centro galáctico llaman mucho la atención, pero si fotografiamos con una composición en la que haya algún elemento del entorno o un paisaje, el resultado va a ser mucho más atractivo.  Aunque ella en sí misma sea la protagonista indiscutible de nuestras fotos, es aconsejable acompañarla de algún componente paisajístico para darle más fuerza.

Buscaremos el encuadre más apropiado para componer la fotografía, y haremos pruebas con la cámara desde varios ángulos antes de colocar el trípode.

Dependiendo de cómo tengamos la Vía Láctea, tendremos la opción de varias composiciones. Una panorámica en la que se vea todo el arco con algún elemento del paisaje debajo es una excelente opción. Para ello tendremos en cuenta sus diferentes posiciones a lo largo de la temporada de primavera-verano. Empezará muy baja en el horizonte, lo que nos permitirá poder jugar con algún detalle del paisaje. Avanzan las semanas y se va colocando formando una diagonal, uno de los mejores momentos para jugar con la composición. A finales del verano se pone totalmente en vertical, lo que nos pide directamente un elemento justo debajo.

ARCO DE CAPARRA Y LA VÍA LÁCTEA

PARÁMETROS DE LA CÁMARA

Cuando ya hemos visto el entorno y hemos decidido desde dónde vamos a fotografiar con la composición que nos gusta, le daremos los parámetros adecuados a la cámara. Trabajar con falta de luz hace que el exposímetro o el enfoque no funcionen, por lo que habrá que hacerlo de manera manual. Haremos pruebas, comprobaremos que la exposición es la correcta y utilizaremos diferentes métodos de enfoque.

Bajaremos el brillo de la pantalla. Nuestros ojos se acostumbrarán a la oscuridad, y la imagen que veamos en la pantalla puede ser más brillante de lo que es en realidad

Si el cielo es muy oscuro y sin mucha contaminación lumínica, utilizaremos el ISO más alto que nos permita la cámara, de manera que el ruido sea aceptable. Tendremos en cuenta que en las cámaras de iniciación no es recomendable pasar de los 3.200, y en los modelos más avanzados tendremos el margen entre 800 y 6.400.

Al aumentar el ISO, el ruido se percibirá más, llegando a ser molesto si es muy alto.

Por regla general, utilizaremos la apertura más amplia que permita el objetivo para poder captar el máximo de luz. Si es posible f/2,8 o f/4

La tierra rota, y por tanto la cámara captará el desplazamiento de las estrellas en forma de estela. Cuanto más tiempo dejemos abierto el obturador, la estela será más larga. Las estrellas tienen que verse como puntos, y en general le daremos un tiempo de exposición de entre 15 y 30 segundos. Para ver el tiempo máximo recomendable para que las estrellas salgan puntuales, lo ideal es recurrir a la regla de los 500. Si es la misma que aplicábamos al principio del capítulo se repite aquí la información, si es la misma regla pero para otra aplicación mejor sería aclarar más este punto Si dividimos 500 entre la focal que estamos utilizando nos va a dar el tiempo máximo de exposición para conseguir precisión en las estrellas. Si utilizamos una cámara con factor de recorte (En APSC es 1,5 y en Micro 4/3 es 2), primero multiplicamos la focal que utilizamos por el factor de recorte, y el resultado es la cifra que deberemos dividir por 500.

Es imprescindible disparar siempre en modo RAW para capturar el máximo detalle posible en luces y sombras cuando nos pongamos a revelar la fotografía, y muy recomendable poner el balance de blancos en 3.200 Kelvin. Aunque no es un factor crítico, al tirar en RAW luego lo vamos a poder modificar.

El último paso antes de ponernos a fotografiar, y seguramente el más importante, es cómo enfocar para fotografiar la Vía Láctea.

Como no consigamos enfocar correctamente no va a servir de nada toda la planificación y el trabajo realizado antes de ponernos a fotografiar. El estabilizador de imagen lo desactivaremos, evitando así que nos quite nitidez cuando se mueva.

El método de disparo debe ser siempre con un retardo mínimo de dos segundos, así evitaremos que la pequeña vibración de pulsar el disparador nos mueva el equipo.

En fotografía nocturna, por regla general, se utilizan diafragmas muy abiertos para poder captar la mayor cantidad de luz y el mayor detalle de la Vía Láctea. La profundidad de campo se reduce, por lo que hay que escoger muy bien el punto que queremos enfocar. (esta información del diafragma muy abierto en fotografía nocturna se repite, pero al ser algo fundamental, tampoco pasa nada porque se repita)

Pasos para enfocar:

1- Enfocar al punto más lejano.

2- Si utilizamos el modo Live View de la cámara, hacemos zoom al punto de luz más distante que tengamos.

3- Una vez que tenemos listo el enfoque lo cambiamos a modo manual, y no tocamos el anillo de enfoque en ningún momento.

4- Comprobar en la primera foto que hagamos que las estrellas están puntuales y nítidas.